viernes, 23 de diciembre de 2011

Todos tenemos esos días en que... Nos estalla el calefón.

Hoy es uno de esos días en los que me estalla el calefón, me hierve la sangre, quiero gritar, irme lejos, volar...
Me gustaría pensar que hay un lugar donde puedo ir, en que nada, ni nadie me moleste. Poder pensar, sin reprimirme, decir todo lo que siento (aunque esté hablando conmigo misma).
No me gusta estar sola, siempre me rodeo de gente. Muy a pesar de eso, a veces siento que nadie me entiende, aunque tenga mil personas a mi alrededor. 
Cada día que pasa aprendo algo nuevo, pero también voy perdiendo cosas importantes. Me da miedo crecer, saber que el día de mañana voy a tener que pelearla sin que nadie me guíe, ni que me diga ''Te estás equivocando''.
Muchas veces reflexioné, evaluando qué hacía yo acá, todavía no lo sé. Capaz nunca llegue a sabelo, pero quiero creer que vine por algo importante. Quizás no soy la salvadora del mundo, pero con algo que aporte puedo llegar a cambiar un poco las cosas.
No me puedo quejar de tener una mala familia, tenemos problemas, como todos; pero me enseñaron los valores que me van ayudando a crecer, a formarme como persona.
Tuve ''amigos'' que me traicionaron, en todos los aspectos. No creo haber hecho nada para merecerlo, pero son pruebas que me puso la vida, para aprender, para luchar, hacerme más fuerte. 
Mi definición de la palabra ''felicidad'' es algo que siempre destaco... Creo que no existe la felicidad eterna, son momentos, cortos lapsos que hay que disfrutar al máximo. 
No me arriesgo mucho, a sentir cosas por alguién, pero siempre termina pasando. Me cuesta, me duele, incluso me saboteo a mi misma. 
Capaz estar sola, ahora es mejor... Total, al cielo no se llega nunca de a dos.

(Esto lo escribí en mi cuaderno de notas el 02/05/2011)

2 comentarios:

  1. me siento reflejada en lo que decis..gracias por compartir!

    ResponderEliminar
  2. Es algo que escribí hace un par de meses y bueno, lo comparto. Gracias por leer. Un beso! :)

    ResponderEliminar